MUELAS DEL JUICIO
MUELAS DEL JUICIO.
Las muelas del juicio o terceros molares son unas piezas dentales que suelen aparecer cuando se inicia la edad adulta de la persona: habitualmente sobre los 16 a 25 años. Son cuatro muelas, dos la mandíbula (derecha e izquierda), dos en el maxilar (derecha e izquierda).
Estas muelas, también conocidas como cordales, son una reminiscencia de lo que era nuestra dentadura era utilizada para cortar elementos duros (palos, carne sin cocinar, huesos…). A día de hoy su uso es casi nulo y en algunos casos no llegan a erupcionar.
4 POSIBILIDADES:
1. Que nunca aparezcan ya que la genética hace que estén desapareciendo.
2. Que aparezcan solo algunas, que aunque es poco probable, sucede en algunos casos.
3. Que salgan y sean integradas en la boca de forma normal.
4. Que queden atrapadas en el hueso maxilar o en la mandíbula generando dolor e infecciones.
Al ser las últimas piezas dentales que aparecen y, como nuestro maxilar se ha ido empequeñeciendo con el paso de los años, suelen no tener espacio para acomodarse. El dolor se genera por quedar atrapadas en el tejido gingival o salir empujando al resto de muelas. En ambos casos puede provocar infecciones y dolor tensional.
Por ello son unas piezas que suelen sacarse. Es un procedimiento rutinario que puede realizar su odontólogo o cirujano maxilofacial con anestesia local y en algunos casos, cuando el paciente tiene fobias o son extracciones complejas, con anestesia general.
POR QUÉ SE LLAMAN MUELAS DEL JUICIO?
Las muelas del juicio, que también son conocidas como cordales (relacionadas con la cordura) se llaman así porque aparecen cuando ya somos mayores, es decir, en el momento que ya tenemos “juicio” o “cordura” suficiente para ser responsable de nuestros actos.